Continuamente experimentamos cambios en la sociedad, la economía, las profesiones, y estilos de vida.
Continuamente experimentamos cambios en la sociedad, la economía, las profesiones, y estilos de vida. Inmersos de pleno en la era digital, las tecnologías disruptivas, al ser digitales, escalan y se propagan con mayor velocidad y tienen mayor impacto en una red de miles de millones de dispositivos conectados a Internet, cada vez más conectados al mundo físico.
Un ejemplo claro es que la telefonía móvil, que en los años 90 nos permitía hablar con otras personas estando fuera de casa y sin necesidad de una cabina, se haya acabado convirtiendo en casi una extensión de nosotros mismos que nos permite, de forma 24×7 y al instante, comunicarnos, informarnos, y realizar todo tipo de acciones mediante un potente y versátil computador al que seguimos llamando móvil, porque mantiene aquella función primitiva de llamar y recibir llamadas.
Una de las tecnologías más disruptivas, actualmente, es sin duda la Inteligencia Artificial. Nos puede parecer que estamos en sus inicios, y es cierto que todavía nos queda mucho por ver antes de que se pregunten y entiendan porque lloramos. La Inteligencia Artificial ha necesitado tiempo y múltiples iteraciones incrementales, incluso decepciones y fracasos, desde que Ramon Llull hace más de 700 años en su obra Ars Magna desarrollara una máquina lógica capaz de validar o invalidar argumentos.
La transformación digital y las tecnologías disruptivas digitales tienen grandes beneficios, aunque paradójicamente provocan a su vez que el riesgo digital también haya incrementado hasta el punto de poder comprometernos totalmente a nivel de persona, organización o sociedad, por lo que también incrementa la necesidad de controlar el ciber riesgo y mejorar nuestra ciberseguridad.
Este año 2017 estamos especialmente sensibilizados, desde noticias recientes como el ciberataque a Equifax, fundada en 1899, y donde repentinamente ha visto como sus acciones se desplomaban más del 30% en bolsa, llevando incluso a la dimisión de su CEO, hasta a los casos de malware como WannaCry y Petya que han sido noticia destacada en los medios de comunicación y trending topic en las redes sociales.
Más allá, aparecen cada día más de 250.000 nuevos malware, fresh malware que, “recién salido del horno”, ataca fácilmente a todos los equipos vulnerables que todavía no tienen vacuna o no han actualizado su antivirus. Una producción de malware al alcance de cualquiera sin ningún conocimiento informático, simplemente accediendo a plataformas Ransomware as a Service (RaaS) como SATAN.
Ahora que estamos sensibilizados, ¿qué hacemos? El World Economic Forum en su informe anual de riesgos globales, además de clasificar los ciberataques entre los principales riesgos en probabilidad e impacto, también identifica que la Inteligencia Artificial puede ayudar a resolver los desafíos de ciberseguridad y es determinante para la protección de los sistemas online.
Desde febrero de 2016, Ackcent, es el primer y principal partner de Cylance en España, colaboración reconocida con el premio al mejor partner del año, que certifica que 20 meses después, nuestros clientes en los que hemos desplegado la protección en sus equipos están libres de malware, y monitorizados 24×7 desde nuestro Security Operations Center (SOC) para detectar y gestionar cualquier anomalía o alerta.
Por eso Cylance, la solución #1 de seguridad en el endpoint de nueva generación, está entre los principales reclutadores de expertos en Inteligencia Artificial, según Forbes, junto a grandes players como Amazon, Microsoft o Facebook y que como tecnología disruptiva innovadora conduce a la desaparición progresiva de los clásicos y legacy antivirus. Estos dejaron de ser efectivos, a pesar de capas y capas que se le añadan, ya que nunca llegarán a tener la eficacia del 99,9% de un modelo matemático capaz de identificar el ADN del malware, gracias a técnicas de machine learning.
Existen miles de proveedores de soluciones de ciberseguridad, más los nuevos que surgen cada año. Muchos aportan pocas diferencias respecto a los existentes, muchos desaparecen por el camino, y solo unos pocos elegidos como Cylance se convierten en una auténtica tecnología disruptiva que cambia las reglas del juego y del mercado.
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